sábado, 3 de mayo de 2008

Morfometría geométrica.

He leído en Ciencia Actualidad que aparece en Nature un artículo de varios investigadores argentinos que han desarrollado una metodología de análisis de fósiles que ofrece nuevos datos “para sostener la teoría de que el neandertal y el homo sapiens no proceden del mismo ancestro”. El director del estudio, un tal Rolando Gómez dice que es una aportación científica que viene “a meter más ruido” y a crear controversia. La metodología se llama “morfometría geométrica” y permite tratar las variaciones de cada grupo en conjunto, a diferencia de los estudios hechos hasta ahora, que analizan por separado distintas características (0.0), a la vez que las imágenes digitales permiten ver diferencias morfológicas más sutiles que no se aprecian en los análisis tradicionales. Se destaca que se abre un nuevo campo para el estudio de genotipos complejos (0.0) y que se pretende acabar con la denominación simplista que se usa para clasificar a los homínidos según sus diferencias morfológicas, “como la distinción entre cráneos grandes y cráneos chicos, o narices altas y narices bajas, y bla, bla, bla.

Voy a echarle un vistazo al artículo porque… vaya, vaya, vaya.