miércoles, 23 de abril de 2008

Humorgasmus: Así bajamos de los árboles.


La capacidad de análisis y síntesis de quienes a diario nos trasladan noticias o hechos a través de una imagen, de una “tira”, siempre me ha producido verdadera admiración. En lo relativo al tema de la evolución humana ésta que hemos pinchado me parece verdaderamente buena. “El origen del hombre”, con un primate, de aspecto bastante humano, que caído de un árbol se da una buena leche contra el suelo. Se refleja así que lo primero en ese proceso fue adoptar un patrón de vida terrestre (aunque durante tiempo se siguieran manteniendo capacidades arbóreas), que a la larga derivó en el bipedismo y en el “divorcio de pies y manos”.
El bipedismo se ha considerado desde hace tiempo el paso primero, el primum movens, de la evolución humana. Aunque ésta ha sido un evolución en mosaico y hay otros rasgos que nos caracterizan (reducción de las piezas dentarias y de la cara), el que se ha venido empleando para incorporar o no a un primate a la familia de los homínidos (nuestra familia) es el de la facultad de desplazarse sobre sus extremidades posteriores. La raíz de esa especiación parece resultar una conducta “elegida” porque conlleva dificultades (ptosis, varices, pies planos, coxartrosis, hernias discales de la 4ª y 5ª vértebras lumbares, etc.) si bien es cierto que ninguna de ellas se tiene que percibir directa e inmediatamente, pero debía ofrecer una serie tal de posibilidades que fuerzan a pensar que no se trataba, para nuestros primeros antepasados, de una fórmula deficitaria.

La teoría de "La mujer forrajeadora".



En 1982, en el Encuentro Annual de la Sociedad Antropológica Americana, Adrienne Zihlman, presentó un paper titulado “What happened to woman the gatherer”, en el que decía: “Las reacciones a “la mujer recolectora”, la teoría introducida en los años 70 como una alternativa a la tesis en antropología de “el hombre cazador”, ha sido aceptada, ignorada o combinada con ésta. El modelo del hombre cazador enfatiza que los hombres primitivos cazaban para comer y proporcionarían protección a sus compañeras y niños, que permanecerían en los campamentos base. La hipótesis alternativa sugiere que la principal comida de los primeros humanos consistió en plantas, obtenidas por las mujeres con el uso de útiles y compartida con sus hijos. El contraste [entre ambas] se centra en cómo es conceptualizado el compartamiento de las hembras: como móvil y activo o como sedentario y pasivo. Las respuestas a ambas teorías, sin embargo, dependen de qué evidencia antropológica se emplea, cómo es interpretada, qué modelos animales se utilizan y qué comportamientos constituyen el punto de partida. Futuros análisis deberían reconocer la continuidad subyacente en el proceso evolutivo, preguntarse por la tendencia a asignar roles por sexos, reconocer que no existe ningún escenario para los cuatro millones de años de prehistoria, y enfocar a cuestiones fuera de los modelos, tanto los que han enfatizado la comida como los roles de género."

Efectivamente, la teoría a la que hacía referencia la pregunta de nuestro primer concurso fue planteada en el año 1971 por Sally Linton,“Woman the Gatherer”, y publicada en Women in Perspective, (Jacobs, ed.). Así que la ganadora es... ¡Claudia!

Aparte del viaje a Saturno (fin de semana a media pensión), Claudia suma 8 puntos (10 si se hubiera acertado la respuesta sin ninguna pista, 5 con dos pistas, 4, 3, 2, etc., con otra, otra, otra, etc.). El que más puntos tenga al final de todas las preguntas conseguirá un fabuloso premio.