martes, 29 de abril de 2008

Azagayas en hueso de ballena.


Las azagayas son puntas de proyectil realizadas en hueso o en asta durante el Paleolítico Superior. En el último número de Journal of Human Evolution, J.M. Pétillon da cuenca de la existencia de piezas de este tipo, así como de baguettes, fustes y cuñas en los niveles magdalenienses de la cueva de Isturitz (Francia), sobre soporte óseo de origen marino, posiblemente ballena. En la actualidad esta cueva se encuentra a unos 40 km. de la línea de costa (en el Golfo de Vizcaya), y durante el Magdaleniense Medio y Superior (16.500-12.000 cal BC) debió estar a unos 50 ó 60 km., habida cuenta de que el nivel del mar se situó entre 80 y 100 m. por debajo del actual.

Obviamente no es necesario (ni sensato) recurrir a la existencia, por entonces, de técnicas de pesca para hacerse con esos cetáceos, ya que individuos varados pudieron proporcionar ese material. No obstante, la existencia de artefactos fabricados sobre estos huesos a lo largo de toda la secuencia magdaleniense del yacimiento (por más que su número sea muy inferior al de restos de idéntica adscripción tipológica pero en asta) pone de manifiesto que no fue un hecho puntual, sino que pudo significar una tradición técnica consistente a lo largo del tiempo que incluiría conocimientos específicos. En el empleo de este tipo de material pudieron jugar dos factores: un mayor tamaño que el de recursos alternativos, lo que permitiría obtener útiles más grandes, y una mayor resiliencia, es decir, una mayor capacidad de absorción de energía antes de fracturarse por la acción de un impacto, lo que es muy consistente con el tipo de utilización de estos artefactos.

Los restos que han sido ahora revisados fueron recuperados hace más de 70 años en excavaciones realizadas por Passemard y por Saint-Périer, y estaban depositados en el Musée d'Archéologie Nationale (MAN, Yvelines, France).

Vaya pollo por lo de la gallina.

Están los chicos del paleofreak rasgándose las vestiduras y dándose al alcohol por la historia esa mal contada de que si las gallinas vienen del Tyrannosaurus rex (T-rex entre profesionales) por línea materna. !Que no es para tanto, chicos, que no es para tanto¡ Además una cosa; si tú agarras una gallina y la inflas hasta conseguir el tamaño de un T-rex, no me digaís que algo no se iban a parecer. Y barbaridades los periodistas anda que no dicen: el yacimiento de "la Etoli", "los bisontes polígamos de Altamira", el "australopithecus bonsai". Venga hombre, venga, ánimo.
En cualquier caso lo que quería decir es que tras la última visita a ese lugar, ahora de llanto y desconsuelo, descubrí el blog de pabluratops y os recomiendo que visiteis su colgajo "Identidad equívoca II: Tyrannosaurus rex". No dejeís de agrandar el dibujo.