jueves, 16 de octubre de 2008

♫♫...ron, ron, ron, la botella de ron♫♫♫

Ojo al dato, ojo al dato, que creo que he descubierto algo gordo. Debo reconocer que desde que leí el colgajo de Frij en Abulafia (Lliures?) algo me estaba rondado insistente por la punta de la cabeza. Hablaba ahí Frij de bichos que parasitan a otros bichos (resumo en titulares, así que léetelo) y que hacen que estos lleven a cabo comportamientos extraños para provecho de los primeros. Me imaginé a la hormiga parasitada por Dicrocoelium dendriticum saliendo todas las tardes del hormiguero con su atillo al hombro a la búsqueda de un borrego que completase el ciclo vital del bichejo ese y… leches, se me nublaron los ojos. Vaya por delante que yo mismo reconozco que mi descubrimiento no es del tipo del de Einstein, sino que se parece más al de Darwin. No es lo mismo. Al fin y al cabo Einstein se encontraba en una oficina de patentes en Suiza jugando con letras, numeros y cosas de esas y un buen día, que si pongo esta letra aquí y estas otras allá, dio con que “e” era igual a “mc2”. ¡La leche! Eso es como sacar un conejo de los agujeros que hace HAL9000, o sea, de la nada. En cambio Darwin lo tenía a huevo, como yo. Toda la vida en el campo viendo como los ganaderos cruzaban vacas y tocinos (él mismo hacía sus pinitos con las palomas); la competencia entre individuos, que ya había sido idea de su abuelo Erasmus; la de adaptación del reverendo William Paley, ese mismo, el de la Teología Natural y el reloj que te encuentras en la playa desierta y que por algún lado tendrá que haber un relojero porque si no dime tú de dónde leches ha salido el reloj (que luego utilizó Richard Dawkins para dar título a su libro “El relojero ciego”), la tesis de Thomas Robert Malthus de la presión sobre recursos limitados, los principios actualistas de Charles Lyell y la moderna Geología, por no seguir con el viaje en el Beagle, y los pinzones.... Metes todo eso, que no es poco, en una colectera y la agitas bien (en este caso mejor que revolver, diría yo, aunque nosé, tal vez HAL9000 pueda tener opinión más válida), y… ¿qué te sale?, pues la selección natural. De hecho a Wallace le salio a la vez, así que está claro que era cuestión de tiempo, de poco tiempo.
Mi descubrimiento es muy deudor de la lectura del colgajo de Frij, es cierto. Nos decía que el Toxoplasma gondii, que por el nombre está claro que es otro bichejo y que a lo que se ve descabala a las ratas, también afecta a los humanos, quizás variando los niveles de dopamina y conduciéndoles a comportamientos de alto riesgo, neurosis y patatin y patatán. Pero lo más importante, lo que me abrió la mente, fue su final, bichos que pudieran parasitarnos y controlar nuestras mentes. Literalmente: “Una bacteria que es reprodueix en les targetes de crèdit i ens impulsa a acumular targetes i targetes mentre li fem de reservori? Un paràsit bucal que acaba el seu cicle en les aranyes dels contraforts de les esglésies i ens controla la ment perquè anem a cantar-hi els diumenges?”. Brillante Frij, brillante, ¡que cerca has estado! y te digo, tengo datos. Mantengo y sostengo que hay un bichejo, que no sé si es el Toxoplasta ese o no porque aún no lo he aislado, que parasita a los arqueolocos (bueno, en realidad por el momento, y para no mentir, no sé si parasita a los arqueolocos o parasita a la gente normal para que se haga arqueoloco) y que consigue que vayas a una excavación y plantes una bandera de pirata (que debe ser lo que hace que se cierre su ciclo vital). No os rías, no, que va en serio. ¿Quereís datos? Pues ahí van datos: El conocídísimo “Picha Brava de Castro Muñones”, del yacimiento de Labitolosa…, toma bandera con calavera con parche y tibias cruzadas; el también conocidísimo “Señor de los topillos” del yacimiento de Lancia…, toma…, calavera y en este caso pico y pala cruzados (un poco mutante éste), que no en vano el equipo se considera “nasío pa picar”. ¿Os parecen pocas evidencias? ¿Quereís más? Pues tomad… la definitiva, el equipo de Atapuerca, sí, sí, ese, el mísmísimo equipo de Atapuerca, el que encuentra homo antecesores y toda la pesca. Decía el otro día Arsuaga bien serio que es una enseña que va bien porque al fin y al cabo lo que buscan son huesos. Es una forma de ver las cosas, claro, aunque por esa regla de tres también podían haber puesto un perro en los idem escarbando agujeros. Manda pelotas lo que pueden llegar a hacernos hacer los bichos.