martes, 29 de julio de 2008

La "Matrixmanía".

Le estoy dando vueltas a las posibilidades que tengo de montarme en el euro con la brillantísima idea expuesta en uno de mis anteriores colgajos (Excavación en área abierta), y creo que es factible. Si para hacer un sudoku sólo necesitas lápiz, goma, mucha goma, y saber tres cosas, para hacer una Matrix Harris necesitas lo mismo y cuatro cosas. Ya veo incluso descrito el fenómeno, “la Matrixmanía”. Y es que, a la hora de licuarse los sesos, entre resolver un sudoku o una matriz de máxima dificultad ya vereís que no hay color.
Por estratigra­fía se entiende “tanto el con­junto de niveles de un yacimiento como el estudio des­criptivo de los es­tratos arqueoloquicos, su aparición, composi­ción natural y cultural, suce­sión y clasificación, con el objeto de ordenar­los en una secuencia cronológica”. Reconocer, individualizar e interpretar los diferentes niveles o estratos que constituyen el depósito sedimentario de un yacimiento resulta de fundamental importancia en el curso de una excavación, y esto por dos razones: la primera porque cualquier error en su regis­tro hace que artefactos en ellos contenidos, al ser separados de su con­texto, pierdan la pista de su posi­ción estratigrá­fica originaria; y la segunda porque el estudio de la disposición de los estratos, en orden a una serie de principios, nos permite controlar la componente temporal –fundamental en cualquier estudio histórico-, nos permite determinar el orden de los acontecimientos que han tenido lugar en el yacimiento. La ordenación de los estratos o niveles de un yacimiento según la secuencia de su deposición (estratificación) nos proporciona la cronología relativa de ese yacimiento.

Un estrato queda documentado cuando se describen todos sus caracteres constitutivos (tanto sedimentarios como arqueológicos) y cuando su posición, forma, y disposición se refleja gráfica­mente en relación al resto. No obstante existen distintos grados de precisión a la hora de establecer esas relaciones, siendo el resultado gráfico también distinto. Pensaba enrollarme con aspectos historiográficos…, que si antes así, que luego asá, que ahora mira tú…, pero hace calor y entraré directamente en harina resumiendo de forma telegráfica.

Las altimetrías, cortes o secciones que todos conocemos resultarían de una relación simple y puntual. Como indica Harris, las altimetrías o secciones proporcionan relaciones comprimidas (el propio Wheeler decía que "ninguna secuencia cronológica puede considerarse como establecida con seguri­dad, sobre la base de un corte único"). En los tradicionales cortes verticales se ven los distintos niveles, intrusiones, estructuras, tal y como apare­cen en las paredes que van quedando a un lado de la parte excavada. Estas representaciones realis­tas de los perfiles sólo muestran la secuencia que se da en el exacto lugar donde se hizo el corte.




Corte estratigráfico de una zona del yacimiento de Jonzac.


Con la aplicación de la "Matrix Harris" podemos obtener una relación compleja y global. Este método considera a cada estrato por igual, trasfor­mándolo en una unidad abstracta (para Harris el término estrato comprende también contextos y estructuras: da lo mismo que se trate de una muralla como de un agu­jero de poste, ya que cada uno de ellos representa un "suceso" en el tiempo, sea de unos minutos o de muchos años). La ma­triz se crea mediante la in­terpretación de la estratificación según las leyes de superposición, hori­zonta­lidad original y continui­dad original. Las representaciones estratigráficas así descubiertas se trasla­dan, de acuerdo con la ley de sucesión estratigráfica a una hoja, "Matrix Harris", configu­rando así una secuencia estratigráfica. Estos diagramas representan la secuencia relativa de todas las unida­des de estratificación del yaci­miento a través del tiempo. Con el paso de los años se han ido añadiendo detalles, y así se pueden ver matrices en las que hay rectangulitos, circulitos y simbolitos de esos, utilizando cada uno de ellos para indicar un determinado tipo de unidad. Por ejemplo, el rectángulo puede servir para indicar que esa unidad es un estrato, y un círculo que es un agujero de poste (una unidad estratigráfica negativa), y así con otras cosas. En el interior de cada una de esos simbolitos aparece un número que es el asignado a la unidad estratigráfica.


Relaciones estratigráficas.



Empecemos por la unidades estratigráficas. Éstas pueden ser i) interfacies de estrato horizontales, que son las superficies de los estratos naturales y de los estratos antrópicos, que poseen las mismas relaciones estratigráficas que los depósitos y que se registran como parte integrante de ellos; ii) interfacies de estratos verticales (muros y depósitos similares de origen antrópico), ambas “expresión de las superficies y depósitos que constituyen un yacimiento”; iii) elementos interfaciales horizontales y iv) elementos interfaciales verticales, también ambos resultado, en este caso, “de una acción negativa… a partir de la destrucción de la estratificación preexistente, habiendo creado sus propias superficies y áreas”. Los elementos interfaciales verticales son el resultado de la excavación del terreno, fosas pozos, tumbas, etc., y los horizontales “están asociados con los estratos verticales y marcan los niveles en que los depósitos han sufrido destrucción, cuando un muro se cae, por ejemplo. Estos elementos interfaciales poseen relaciones estratigráficas propias, no asociadas al depósito del que dependen, y deben ser numerados. En el corte que puse hace unos días (y que en realidad era un mero traslado al papel de una fotografía) esto no ocurría con los muros, por ejemplo, y eso es un problema. Si un muro que se ha venido abajo parcialmente, un estrato vertical, lo consideramos como una única unidad estratigráfica (un número), tendremos problemas, de hecho será imposible, establecer en la secuencia la fase de su caída, que evidentemente se produce en un momento posterior al de su construcción. Ahí hay dos sucesos, levantamiento (estrato vertical), caída parcial (elemento interfacial horizontal), y por lo tanto dos unidades. En el caso que propongo para utilizaros como conejillos de indias se ha indicado la existencia de los elementos interfaciales con la asignación de su número correspondiente.

Continuemos con las leyes estratigráficas. Las leyes de la estratigrafía arqueológica son cuatro: i) Ley de superposición: Los estratos inferiores son más antiguos que los superiores; ii) Ley de horizontalidad original: cualquier estrato arqueológico depositado de forma no sólida tenderá hacia la posición horizontal. Los estratos con superficies inclinadas fueron de­positados origi­nalmente así, o bien yacen así debido a la forma de una cuenca de depósito pre­existente; iii) Ley de continuidad original: todo depósito arqueológico o todo elemento interfacial es­tará de­limitado originalmente por una cuenca de deposición, o bien su grosor irá disminuyendo progresiva­mente hacia los lados hasta acabar en cuña (si tiras la tierra contenida en un cubo en medio de una habitación te imaginas como quedará… ¿no?, se acuñará en su perímetro; si esa tierra la tiras contra una pared ese depósito tendrá un contorno vertical en uno de sus lados, indicador de que, obviamente la pared ya estaba antes de que tirásemos la tierra); iv) Ley de sucesión estratigráfica: una unidad de estratificación arqueológica ocupa su lugar exacto en la secuencia estratigráfica de un yacimiento, entre la más baja (o más antigua) de las unida­des que la cubren y la más alta (o más moderna) de todas las unidades a las que cubre te­niendo con­tacto físico con ambas, y siendo redundante cualquier otra relación de superposi­ción.


Estratigrafía hipotética de un yacimiento.


Una vez que tenemos registradas todo tipo de unidades estratigráficas sólo queda conocer qué tipo de relaciones se dan entre ellas (como se indica en el gráfico "Relaciones estratigráficas") a partir de las leyes estratigráficas, para acto seguido generar la secuencia mediante la aplicación de la ley de sucesión. Es importante conocerla bien y tener bien presente lo que dice. Así por ejemplo, en el caso de uno de los ejemplos indicados en la gráfica "Relaciones estratigráficas" la unidad 1 tiene contacto físico con las unidades 2, 3 y 4, pero hay que recordar que su posición en la secuencia estará entre la más baja de las unidades que la cubren (en este caso no hay, porque es el nivel a techo) y la más alta de todas a las que cubre. En este caso son dos, la 2 y la 3, pero ya no la 4; esta relación es redundante dado que 4 está por debajo de 2 y 3 aunque tenga contacto físico con 1. ¿Ok? Pues os dejo con la propuesta de indicar mediante una matrix la secuencia estratigráfica del yacimiento hipotético que presento, una Matrix Harris de grado de dificultad 1. Podeís acudir a la página web de Harris y bajaros un programa para hacerla, o bajaros el programa Proleg Matrix Builder, que es gratuito durante 15 días. Que por cierto, los de Proleg me lo podían regalar… jeje. Y esta figura es la forma como acaba la matrix, por si sirve de algo.


Otro Stonehenge.

Un equipo de arqueoloquía dirigido por Francois Bertemes ha descubierto en Pömmelte (al este de Alemania) un lugar de culto de hace unos 4250 años, similar al de Stonehenge (Inglaterra) pero realizado con madera. El “monumento”, de forma circular, fue utilizado durante más de dos siglos como lugar de sacrificio y culto a los muertos, y muy probablemente, según los expertos, también tenía fines astronómicos. De estructura circular, cuenta con un primer círculo concéntrico compuesto de postes de madera de 30 centímetros de diámetro cada uno y de un círculo exterior, en el que se han descubierto numerosas tumbas funerarias. Se descubrió por primera vez en 1991 durante unos trabajos de reconocimiento aéreo. Los trabajos de excavación en Pömmelte, que se han prolongado a lo largo de dos años, se enmarcan en un proyecto de investigación de la edad del bronce en el estado federado de Sajonia-Anhalt, que busca ahondar en los vestigios de esa época. De ese mismo land procede el disco celeste de Nebra, de unos 3600 años de antigüedad. De 32 centímetros de diámetro y dos kilogramos de peso, es la representación más antigua, y la primera portátil, del firmamento y sobre su superficie metálica verde azulada aparecen el sol, la luna y 32 estrellas, en láminas de oro.

Disco celeste de Nebra.

The Cape Dorset (1993), por Kenojuak Ashevak. Arte Inuit.

Rollo de los indios Pawnee con una representación del firmamento.