miércoles, 26 de marzo de 2008

Un poco de terminología. (I)

Los arqueolocos utilizan a veces términos que habitualmente la gente no suele emplear. Cuando vas al mercado la pescatera no te dice ¿señora..., qué cadena operativa le aplico a la merluza? (o al menos en el mercado al que yo voy no pasa), ni hablas, por ejemplo, de bases positivas para referirte a las tostadas. Nadie dice ¿me pasas una base positiva de pan integral, por favor? Entonces ¿por qué son así los arqueolocos? No sabría decir, la verdad, y quizás tampoco eso sea lo importante. Lo sustantivo es que los arqueolocos son como son y utilizan una jerga, y hay que conocer lo que los términos designan para enterarse de lo que dicen. En este apartado "Un poco de terminología", vamos a ir introduciéndonos, poco a poco, en esa jerga. Me referiré ahora a "kiloiear", que ha aparecido ya varias veces. Avanzo que en muchas ocasiones podemos deducir el significado de un término por pura (etimo)lógica. En otros, como es éste, por medio de una simple regla de tres. Lo mismo que Roger Penrose en "La Nueva mente del Emperador", voy a procurar utilizar los menos números posibles en este blog, pero cuando inexcusablemente tenga que hacerlo será suficiente con que tengaís unos conocimientos elementales de matemáticas.

Kiloiear: Si Kilogramo es igual a 1.000 gramos y Kiloiear es igual a "x", entonces "x" es igual a Kiloiear por 1.000 gramos partido por Kilogramo. Luego "x" es igual a 1.000 años. Esto es, un kiloiear es igual a 1.000 años. Así 400 kiloiears serán 400.000 años.

Pero... no confundamos chorras con marinos.


Esta foto de Lee Kindness se titula "Arqueología" (supongo que por lo "viejo" de ese bote en medio de ninguna parte de Wyoming) y me viene al pelo para seguir hablando de melones, o para decir, más bien, que es importante no confundir los melones con lo que no son melones. El título de la foto resulta más afortunado si, enlanzando con lo dicho en la entrada anterior, ese bote, ahí abandonado, lo que pone de manifiesto es una presencia humana en medio de ninguna parte de Wyoming. Presencia humana evidente porque los botes no crecen en los árboles (y además ahí no parece que haya muchos), ni tampoco tienen patas para ir sólos de un sitio a otro, ni deciden poner fin a sus días abriéndose ellos mismos en canal. Ese bote nos dice que alguien, necesariamente humano y cerdo (pero no híbrido) pasó por allí, se comió un bote de judías y luego lo dejó tirado (con esta perspicacia trabajamos los arqueolocos). Pero la cuestión verdaderamente importante es, ¿es ese bote un melón? Y la respuesta, con casi total certeza, es, no. Un melón, como bien apuntó Plog, es un lugar con restos materiales de actividad, discreto y potencialmente interpretable. Ese bote, como dirían los arqueolocos, es simplemente un "hallazgo aislado".

Para empezar... ¿Qué es la Arqueoloquía?


Casi todo el mundo sabe bien lo que es la Arqueoloquía, y por lo tanto lo que hacen los arqueolocos. Algún despistado queda por ahí que los relaciona con los dinosaurios u otros fósiles, o con pedruscos (es cierto que algunos arqueolocos entran en éxtasis ante los pedruscos, pero en realidad se trata de otro tipo de pedruscos), pero lo normal, es decir, la media aritmética, es que la gente identifique a los arqueolocos con Indiana Jones, e Indiana Jones nunca ha montado una expedición para buscar boñigas de Thecodontosaurus. Lo que busca son calaveras de cristal, arcas o copas, cosas en definitiva de factura humana. De manera que los arqueolocos, teniendo que ver con lo antiguo se centran en el hombre, cuya vida en el planeta, hace kiloiears, reconstruyen a partir de sus evidencias, de los restos que dejaron y que se han conservado.
Para obtener esa información los arqueolocos operan en fases sucesivas que comportan procedimientos muy variados. Lo primero es evaluar si en un determinado lugar puede haber vestigios de una ocupación o actividad humana. Básicamente es lo mismo que cuando uno compra un melón. Tu sabes que estás ante un melón y la cuestión es que si el melón está bueno te lo llevas y si no está bueno no te lo llevas. ¿Cómo sabes que el melón puede que esté bueno sin abrirlo? Pues nada, le das unos cachetitos y dependiendo del ruido que resulta decides si está en su sazón o es un puro pepino. Si te queda alguna duda le das un apretón en el culo, y dependiendo de lo duro que resulte decides. Pues los arqueolocos hacen más o menos lo mismo. Cambia melón por un lugar dado, cachetes y apretón en el culo por toda suerte de técnicas de prospección y comprar por excavar y ya está. Así de simple.