viernes, 30 de mayo de 2008

Por un pelo.

Máscara en marfil de la cultura de Dorset. Devont Island, Nunavut. 1700 B.C.

Hace 20 años Bjarne Grønnow, arqueoloco del Museo Nacional de Dinamarca, encontró mechones de pelo humano en un yacimiento paleo-esquimal de la costa occidental de Groenlandia. Esas gentes, cazadores expertos, se aventuraron en el extremo norte de Alaska, Canadá y Groenlandia hace unos 4500 años. Acerca de ellos los investigadores se han preguntado si descendían de los mismos pueblos asiáticos que más de 10 milenios antes habían cruzado el Estrecho de Bering para ocupar luego el continente, y si serían los antepasados de los neo-esquimales.

En Scienceonline se da cuenta de un estudio (Paleo-Eskimo mtDNA Genome Reveals Matrilineal Discontinuity in Greenland) que ha obtenido la secuencia de ADNmt de un hombre paleo-esquimal que vivió en el oeste de Groenlandia hace unos 4000 años. Esa información ha sido obtenida de uno de los pelos de esos mechones. En ese ADNmt se registra un marcador genético relativamente raro (D2a1) que no está presente ni en los modernos nativos americanos, ni en ninguno de los 14 inuits (grupo que desciende de los neo-esquimales) que fueron analizados con objeto de chequear la posible relación entre paleo y neo-esquimales, ni en las secuencias parciales de ADNmt de esqueletos de neo-esquimales recuperados en excavaciones y que han sido analizados por otros investigadores. Tampoco aparece en la poblaciones europeas (por si fuera el caso de una contaminación procedente del equipo danés que recuperó esos pelos hace dos décadas). Sin embargo sí está estrechamente relacionado con un marcador, llamado D2a1a, que se encuentra en los habitantes actuales del área del mar de Bering, como los aleutianos, y en un grupo de esquimales siberianos (sirenike yuit). Esto sugiere que los primeros inmigrantes a las zonas del norte extremo del continente derivarían de poblaciones del área de Bering y no estarían relacionados ni con los nativos americanos ni con los posteriores paleo-esquimales. Representarían así una oleada independiente de migración que no habría dejado descendientes vivos.