miércoles, 7 de mayo de 2008

Objetos de adorno personal de 85.000 años

Cuentas de la especie Nassarius gibbosulus, de la cueva de las Palomas en Marruecos.
(Foto: © Marian Vanhaeren & Francesco d'Errico / CNRS 2007)

En la cueva de las Palomas, a 30 kilómetros de Berkane, en las montañas de Taforalt (noreste de Marruecos), se han recuperado una veintena de conchas perforadas de unos 85.000 años de antigüedad. Se trataría de los restos relacionados con el adorno personal más antiguos conocidos (más que los hallados hasta ahora en Palestina, Argelia y Sudáfrica). La agencia EFE, y SoloCiencia (que es a quienes translitero) indican que se trata de veinte conchas perforadas de Nassarius gibbosulus, una especie de caracol marino… y que fueron encontradas entre finales de marzo y finales de abril pasados. El grupo autor del descubrimiento está formado por expertos del Instituto Nacional de CienciasArqueológicas y del Patrimonio (INSAP) y del Institute of Archeology de Oxford en la conocida como Gruta de las Palomas. Las conchas fueron deliberadamente perforadas, y algunas de ellas todavía están cubiertas con ocre rojizo. Se las descubrió en los restos de primitivos fogones, asociados con abundantes evidencias de actividad humana. Fueron datadas independientemente por dos laboratorios empleando cuatro técnicas diferentes. En todos los casos se determinó una edad de 82.000 años. Este hallazgo probaría que los seres humanos utilizarían símbolos en África unos 40.000 años antes que en el continente europeo y cerraría el debate sobre el origen africano de los objetos de adorno.
Junto con los adornos se descubrieron varias sepulturas de cinco individuos menores con más de doce mil años de antigüedad, según los datos aportados por el grupo de expertos. El equipo estaba dirigido por el marroquí Abdeljalil Bouzouggar, del INSAP, y por Nick Barton, profesor de la universidad británica, y en él han participado especialistas del Museo de Historia Natural de Londres y del Rômisch-Germanisches Zentralmuseum de Maguncia (Alemania).
Añadiendo una coletilla.
En el año 2006 se publicó en Science (M. Vanhaeren et al.) la existencia de cuentas (de adorno) en conchas en dos sitios del paleolítico medio de Israel (Skhul) y Argelia (Oued Djebbana). La lejanía de esos yacimientos de la línea de costa y la comparación de esas conchas (tamaño) en relación a los conjuntos actuales de las mismas, indicaban una selección y un transporte deliberados por parte de esas gentes para uso simbólico. El problema de los restos de Skhul es que en la publicación de Garrod y Bate no se daba indicación de su procedencia estratigráfica, lo cual, claro, casi nunca elimina totalmente incertidumbre a los resultados. En su estudio Vanhaeren y sus colaboradores informaban de que el análisis químico del sedimento adherido a una de las dos conchas de Nassarius gibbosulus de Skhul indicaba que provenía de un nivel que contenía 10 fósiles humanos, datado entre hace 100.000 y 135.000 años, 25.000 años antes que las anteriores evidencias de adorno personal por parte de humanos modernos en Sudáfrica (Blombos Cave, 41 conchas perforadas de Nassarius kraussianus, datadas por OSL y TL en 75.000 años). De ser así, claro, las conchas perforadas de la cueva marroquí de las Palomas no serían las más antiguas.