miércoles, 10 de septiembre de 2008

Como escarpias.



Así llevé los tres o cuatro pelos que me quedan en la perola la semana pasada, y no es que se me fuera la mano con el gel fijador. La “cosa” que produjo tal efecto en una cabellera que no se parece en nada a la de HAL 9000 la vi en el blog del amigo Cagliani (Mundo Neandertal) y luego en casi toda la prensa. En El País del día 27 de agosto se podía leer: “El neandertal no era más tonto”, o “un estudio de sus herramientas refuta la teoría de que el ‘Homo sapiens’ fuera más avanzado”. La “cosa” viene de un artículo que aparecerá en JHE firmado por Metin I. Eren, Aaron Greenspan y C. Garth Sampson y del que pude conseguir una prueba no corregida que supongo no diferirá gran cosa del definitivo.


Antes de nada quiero decir que yo no he considerado nunca tontos a los neandertales, lo juro, de verdad, y dudo mucho que alguien medianamente informado tenga hoy en día esa opinión de ellos (tal vez la candidata a la vicepresidencia de los USA por el partido republicano lo piense, pero en fin…, qué se puede esperar de una persona que a la vez que “miembra” activa de la Asociación del Rifle es creacionista y considera que el creacionismo debe ser enseñado en los colegios…, pues eso digo yo, más bien no mucho, o mucho, pero malo).


En la prensa se ponía en boca de Eren frases como “nuestro hallazgo derriba un pilar de la teoría, largamente aceptada, de que el Homo sapiens era más avanzado”, “siempre se había creído que el cambio condujo a una mayor eficiencia tecnológica” pero “tecnológicamente, no hay ventajas claras de unas herramientas frente a otras”. (La cursiva es mía). Y sí, sí, las ha tenido que decir porque concuerdan con lo expresado en ese trabajo. Me parece verdaderamente sorprendente la difusión que ha tenido esa noticia y el número de quienes han aparecido luego diciendo “estaba cantao”.

“Tecnológicamente, no hay ventajas claras de unas herramientas frente a otras”. Después de leído el artículo yo me pregunto ¿y cómo pueden Eren y sus colaboradores concluir eso? ¿Qué entienden esos pollos exactamente por ‘eficiencia tecnológica’? ¿Sólo las estrategias de obtención de soportes? Porque el artículo (Are Upper Paleolithic blade cores more productive than Middle Paleolithic discoidal cores? A replication experiment.) gira únicamente sobre eso. ¿Se obtiene menos cantidad de filo cortante extrayendo lascas de un núcleo discoide que láminas de un núcleo prismático?

Las estimaciones al respecto que durante años han repetido muchos paleolitistas como loritos haciéndose eco de lo que un buen día dijo Leroi-Gourham no pueden mantenerse, es cierto, y de hecho no se mantienen. No se puede coger un bifaz amigdaloide (por decir uno bastante común) con 20 cm. de filo activo y decir que esos centímetros se convierten en 25 metros, o aun en 100 si medimos el filo cortante del lote de láminas o de geométricos necesarios para igual el peso del primero. Los experimentos de Eren demuestran que aunque una extracción de láminas a partir de núcleos prismáticos proporciona 1.5 veces más filo cortante que una discoide de lascas esa superioridad, algo menor que otras ya estimadas, es ilusoria por el hecho de que las láminas proporcionan más filo pero la extracción de láminas no; es decir, que esa superioridad resulta cuando los objetos son considerados sin tener en cuenta las secuencias de reducción (el proceso completo de explotación de los núcleos) que los generaron. Dicho más sencillamente, en el proceso de reducción de un núcleo prismático de láminas se desaprovecha más materia que en uno discoide de lascas; así que la reducción de láminas no produce más unidades por gramo de materia que la reducción discoidal de lascas. Además rematan que las lascas tienen una vida de uso más larga porque se pueden reafilar más veces y, consecuentemente, producen más filo cortante acumulado que las láminas. En fin…, que muy interesante, pero que básicamente es todo, y eso ya lo sabían los tecnólogos. Sabían que alcanzado un punto crítico (seguramente en el Paleolítico Medio) las posibilidades de mejora son pocas y que la superioridad entre una técnica y otra pues que mire usted.


En el artículo se dice que la replicación experimental genera preguntas y no proporciona respuestas (¿?), pero que esta práctica les ha permitido corregir en este caso una imagen incorrecta que surge cuando los artefactos líticos son analizados sin tener en cuenta las secuencias de reducción que los producen. Pues también estupendo, pero me da en la napia que no se percatan de que ellos están incurriendo en lo que entiendo un error similar, porque la eficiencia tecnológica, que es de lo que se han encargado que trascienda, tiene que ver con otros aspectos que en absoluto han contemplado. Hablar de superioridad, inferioridad o igualdad en la eficiencia tecnológica de las herramientas (“no hay ventajas claras de unas herramientas frente a otras”) es simple y sencillamente absurdo a partir de los datos que aportan. No es la primera vez que hablando de coles los arqueolocos acaban por referirse a nabos, y en ciertos aspectos me ha recordado a lo que ocurriera con el debate F. Bordes vs L. Binford y las facies musterienses. Bordes defendía que la variabilidad observada entre las facies era el reflejo de diferentes tradiciones culturales entre grupos de neandertales, hasta que un buen día llegó Binford y les dijo a los arqueolocos que la razón de esas diferencias entre los conjuntos no era otra sino funcional. Podía ser, sí, sin embargo en mi opinión aquel afamado artículo de Binford no aportaba prueba alguna que demostrase los destinos funcionales de las herramientas que componían las agrupaciones resultantes de sus sesudos análisis factoriales. Las agrupaciones definidas por los distintos factores seguramente irían a misa, pero más allá de eso, el resto, no era sino conjetura.


La referencia hecha por Eren más relacionada con la eficiencia de las herramientas (aunque no en el artículo y siendo muy generosos) es únicamente que supone a las de los sapiens la ventaja de ser más fácilmente enmangables, pero siendo más endebles supondrían un mayor desperdicio de materia prima y durarían menos. El “Patitas”, que procesa la información a toda pastilla, lo vio claro de inmediato: “Jones, la obsolescencia de los aparatos planeada desde la prehistoria; política de mercado; los neandertales no serían tontos pero algún sapiens fue muy listo.”


Desde hace unos años algunos tecnólogos andan un poco pesaditos en mi opinión con eso del aprovechamiento de la materia prima. El origen está en el llamado efecto Frison cuyo desarrollo quizás más conocido sea la hipótesis de Dibble, pero eso, y alguna preguntita que se debería haber planteado Eren lo dejaré para otro colgajo.

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